La Cristiandad: del Mito a la Realidad
Francisco José Fernández de la Cigoña
Alfredo Sáenz SJ: La Cristiandad y su cosmovisión.
Gladius, Buenos Aires, 2007, 2ª ed., 396 pgs.
21/ene/2013.- El P. Alfredo Sáenz es un referente en la Iglesia argentina. En difíciles circunstancias, no es éste el lugar para referirlas, los fieles argentinos han encontrado en él doctrina segura, liturgia bien celebrada, consejo siempre prudente y acertado, Ejercicios ignacianos de verdad y, sobre todo, disponibilidad absoluta y permanente para llevar las almas a Dios. Es un perfecto retrato actual de aquellos jesuitas de antaño que, quienes contamos con una edad ya larga, todavía conocimos y admiramos, que hicieron de la Compañía de Jesús paradigma de eclesialidad. Recientemente la Universidad Católica de la Plata le ha nombrado doctor honoris causa. Merecidísimamente. Debería serlo también de todas las Universidades católicas argentinas. No pocas dejadas de la mano de Dios. Hoy, bendita casualidad no buscada por mí, cumple 80 años. Me acabo de dar cuenta al escribir estas líneas. Sean pues también de felicitación y agradecimiento.
El P. Sáenz es doctor en Teología y además de sus ministerios estrictamente sacerdotales ha ejercido también el de la pluma. Muchos artículos y varias decenas de libros llevan su firma. Todos excelentes. Todos combativos por la buena causa que es la de Dios y su Iglesia. Hoy os doy cuenta de un libro hermoso y reivindicativo. De un libro plenamente católico que deshace esa imagen tan extendida sobre la Edad Media de unos siglos oscuros y bárbaros de los que afortunadamente el hombre se ha liberado con la Modernidad.
No es un texto de investigación sino divulgativo. Y nos muestra una época áurea, con miserias ciertamente, no sería humana en otro caso, que debemos reivindicar. E intentar imitar en lo que quepa. Porque fueron unos años de Dios. Que levantaron, tras el derrumbe de Roma, la Cristiandad. Son los años de las catedrales románicas y góticas, de las Summas, de los caballeros y los poetas, del esplendor del monacato, de Bernardo, Dante, Aquino, Buenaventura, de Francisco y de Domingo con sus órdenes mendicantes, de las Universidades, de los Reyes santos, de la Reconquista y las Cruzadas... Verdaderamente es una época que no se merece el desprecio y la ignorancia.
