viernes, 10 de septiembre de 2010

V Congreso argentino de Filosofía del Derecho, Política, Economía y Bioética

V Congreso argentino de Filosofía del Derecho, Política, Economía y Bioética
para estudiantes y jóvenes graduados universitarios


Mar del Plata - 1, 2 y 3 de octubre de 2010


Te invitamos a participar del V Congreso Argentino bienal de Filosofía del Derecho, Política, Economía y Bioética, que en homenaje al Bicentenario del Primer Gobierno patrio organiza el Instituto de Filosofía del Derecho (IFIDE), de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, junto a la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad FASTA, Mar del Plata, los días 1, 2 y 3 de octubre de 2010.

En vez de unirnos al lamento de la situación crítica de nuestra Patria, estamos promoviendo la formación de los universitarios que habrán de dirigirla, así como la amistad y conocimiento entre ellos.

En vez de plegarnos a la queja por la carencia que tienen los jóvenes para iniciarse en la academia, ofrecemos una actividad con centro en las ponencias de los estudiantes y graduados universitarios hasta 10 años de recibidos, que se discutirán en comisiones.

Además habrá reuniones de plenario, con disertaciones a cargo de especialistas mayores. Ya está confirmada la presencia del Pbro. Dr. Miguel A. Fuentes, el Emb. Dr. Miguel A. Espeche Gil, el Emb. Abel Posse y el periodista Nicolás Kasanzew.

Para reserva de alojamiento e informes sobre costos y modo de inscripción, puedes dirigir tus consultas a ifide@ufasta.edu.ar

A la espera de tu participación, te saludamos cordialmente.



 
Héctor H. Hernández
Presidente del Congreso


María Paula Chimento
Secretaría Ejecutiva
(Sec. Comunicaciones - Protocolo)



Para mayor información:
Universidad FASTA, Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales
Gascón 3145 (7600) Mar del Plata – República Argentina
TEL: (++ 54 223) 499-0483 - FAX: (++ 54 223) 499-0473
Correo electrónico: ifide@ufasta.edu.ar



Encuentro Nacional Repensando la Política

Encuentro Nacional Repensando la Política


Río Cuarto (Córdoba), 8 Set. 10 (AICA).- En el marco del Bicentenario 2010-2016, la Comisión de Pastoral Social de la Conferencia Episcopal Argentina y el obispado de Villa de la Concepción del Río Cuarto, organizan el Encuentro Nacional Repensando la Política, que se realizará del 17 al 19 de septiembre en la ciudad de Río Cuarto, provincia de Córdoba, con el objetivo de realizar propuestas para recuperar la política como servicio a la vida, a la familia, a los más pobres y excluidos, a la sociedad, a la cultura y al desarrollo integral de “toda la persona y de todas las personas”.

Este Encuentro Nacional está destinado a ciudadanos, familias, dirigentes políticos, sociales, sindicales, productivos, profesionales, educadores y jóvenes interesados en promover, desde la dimensión social de la fe y los principios y valores de la doctrina social de la Iglesia, un nuevo estilo de liderazgo cristiano y humanista.

El objetivo general será: “generar un espacio de diálogo, reflexión y propuestas para recuperar la política como servicio al prójimo y al bien común”, a partir de los valores y principios de la doctrina social de la Iglesia y del humanismo cristiano integral y solidario.

Y los objetivos específicos: “brindar un espacio de encuentro, espiritualidad y de formación sobre los valores y principios de la fe y de la doctrina social de la Iglesia que animan el compromiso cristiano en la vida pública”; “contribuir a la reflexión sobre el poder como servicio y sobre el nuevo estilo de liderazgo que se necesita para contribuir a erradicar la pobreza y promover el desarrollo federal e integral como Prioridad Nacional del Bicentenario 2010-2016” y “promover al trabajo en red de ciudadanos y dirigentes comprometidos en el servicio al prójimo y al bien común”.

Durante el encuentro tendrá lugar la presentación del Primer Congreso Nacional de la Doctrina Social de la Iglesia que se realizará en la arquidiócesis de Rosario en 2011 con el lema “Bicentenario 2010-2016: aportes desde la Doctrina Social de la Iglesia para promover el desarrollo de la Argentina”.

También habrá conferencias de los obispos de la Comisión Episcopal de Pastoral Social destinadas a la formación de ciudadanos y dirigentes comprometidos en la construcción del bien común, y paneles centrales y simultáneos a cargo de dirigentes nacionales, provinciales y municipales de presentación de propuestas para la construcción de un nuevo estilo de liderazgo y la promoción del poder como servicio. Por otro lado, se realizarán trabajos en grupo para profundizar el trabajo en red en el marco de la Prioridad Nacional del Bicentenario de erradicar la pobreza y promover el desarrollo.


Esfuerzo y creatividad en la evangelización de políticos

Desde la Pastoral Social, se destacó la importancia de este Encuentro Nacional, ya que “el papa Juan Pablo II señalaba que ‘todos somos destinatarios y protagonistas de la política’. La fe en Jesucristo impulsa a los cristianos a comprometerse con empeño siempre renovado en la construcción de una cultura social y política inspirada en el Evangelio”.

Asimismo se destacó que esta iniciativa forma parte de la misión continental convocada por la V Conferencia del Episcopado de Latinoamérica y el Caribe. En este sentido, el Documento de Aparecida señala que “una tarea de gran importancia es la formación de pensadores y personas que estén en los niveles de decisión. Para eso, debemos emplear esfuerzo y creatividad en la evangelización de políticos, empresarios, formadores de opinión, el mundo del trabajo, dirigentes sindicales, cooperativos, educativos y comunitarios”.


Informes e inscripciones:
Tel/Fax: (011) 4328-0859/5223 interno 114,




lunes, 6 de septiembre de 2010

Bicentenario de Naciones Americanas, llamamiento a la civilización del amor

Bicentenario de Naciones Americanas, llamamiento a la civilización del amor
Un análisis del pasado para sacar lecciones para el presente


CIUDAD DEL VATICANO, jueves, 2 de septiembre de 2010 (ZENIT.org).- La celebración del bicentenario de varias naciones americanas, que está teniendo lugar en estos momentos, constituye una oportunidad de análisis del pasado para invitar a los cristianos a edificar en estos países la civilización del amor, aseguran representantes de la Santa Sede.

Así lo expuso, por ejemplo, el arzobispo Octavio Ruiz Arenas, vicepresidente de la Comisión Pontificia para América Latina, al dirigirse a los participantes en el congreso celebrado en la Ciudad del Vaticano y Roma, del 19 al 22 de abril, con el título: "La Iglesia Católica ante la independencia de la América española".

La iniciativa, convocada por la Universidad Europea de Roma y el Ateneo Pontificio "Regina Apostolorum" (junto con el Pontificio Consejo para la Cultura), congregó a historiadores y expertos de México, Argentina (representada por el Dr. Enrique Díaz Araujo y el R. P. Dr. Alfredo Sáenz, SJ, invitados especialmente para este Congreso), Perú, Colombia, Venezuela, Bolivia, Uruguay, Chile, El Salvador, Puerto Rico, España e Italia.


Una oportunidad

Monseñor Ruiz Arenas, arzobispo emérito de Villavicencio, en Colombia, en la homilía que pronunció en la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe y San Felipe Mártir, en Roma, aseguró que "la celebración del bicentenario de independencia de algunas de nuestras naciones nos ofrece una oportunidad que no debemos desaprovechar: la de promover, a partir de la Verdad iluminada por el Evangelio, una cultura más humana y más impregnada por los valores de la caridad cristiana que han sido durante muchos años los constructores de nuestra civilización y constituyen su verdadero fundamento".

"Asimismo, al leer nuestro pasado con actitud agradecida y con sano espíritu crítico, se nos da la ocasión de volver a esa Verdad a la que tiende naturalmente nuestra razón humana, para a partir de ella, construir nuestro futuro con valores sólidos, en los que ha de primar no un espíritu de división o de discordia sino de reconciliación, no de renuncia o negación del pasado, sino de aceptación y de apertura hacia el presente y el futuro", añadió.


Recíproco enriquecimiento

La clausura de las sesiones correspondió al arzobispo Gianfranco Ravasi, presidente del Consejo Pontifico de la Cultura, quien, citando al Papa Juan Pablo II, recordó que "el hecho del encuentro entre Europa y éste que fue llamado el Nuevo Mundo tuvo importancia universal, con vastas repercusiones en la historia de la humanidad" (Juan Pablo II, Discurso en la ceremonia de bienvenida, Santo Domingo, 11 de octubre de 1984) y sus consecuencias no sólo fueron la evangelización y transformación de América, sino que también Europa se vio enriquecida por lo que se llamó Nuevo Mundo.

Este proceso de recíproco enriquecimiento tiene hoy que seguir produciendo frutos, particularmente para una Europa necesitada de renovación mediante el reencuentro con sus raíces, para el cual la contribución latinoamericana resulta prometedora y preciosa, aseguró el prelado italiano.

Monseñor Ravasi, al hacer referencia al papel histórico de la Iglesia, subrayando que en ella se entreve el realismo de la Encarnación, puesto que la Iglesia camina con la sociedad al ritmo cambiante de los procesos sociales, culturales e históricos; procesos complejos, resultado de movimientos en muy diversos sentidos, en medio de los cuales ella ha de esforzarse por testimoniar los valores evangélicos, que son siempre actuales.

"Así, los historiadores latinoamericanos tienen sin duda una aportación que hacer para que todos podamos comprender mejor la historia de la Iglesia, que está también marcada por la experiencia histórica de ese continente", aseguró Ravasi.


Las lecciones del pasado

El padre Bernard Ardura, o.praem., presidente del Pontificio Comité de Ciencias Históricas, reflexionó en el congreso sobre los retos morales que la opción por la independencia política presentó a las sociedades hispanoamericanas -de las cuales el catolicismo es un elemento fundante- y, en particular, a los pastores de la Iglesia, incluyendo por supuesto a la Santa Sede, en las concretas circunstancias históricas del periodo napoleónico y de la subsiguiente restauración legitimista.

Encuadró por tanto la problemática de la relación entre moral y política en la coyuntura histórica de la guerra de independencia y de los primeros pasos de vida independiente de las nuevas naciones, abriendo y orientando un tema de reflexión que resulta fundamental en el presente bicentenario.

Partió de constatar la diferente génesis histórica de la América anglosajona y la América española, evidenciando que, como afirmaron los obispos latinoamericanos en su Quinta Conferencia General: "El don de la tradición católica es un cimiento fundamental de identidad, originalidad y unidad de América Latina" (Documento de Aparecida, 2007, n. 8).

"En los albores del siglo XIX, en un contexto de fe cristiana ampliamente compartida, se presenta por tanto la cuestión de la independencia", que era "fundamentalmente una opción política" y "la Iglesia no está oficialmente ligada a ningún sistema político particular".

Sin embargo, en atención al origen divino de la autoridad conforme a la carta de san Pablo a los Romanos (13, 1-2) y a la prudencia a la que le inclinaba la experiencia de la Revolución Francesa y del encumbramiento de Napoleón, la Santa Sede veía con mucha circunspección los cambios de régimen político; prosiguió explicando el presidente del Pontificio Comité de Ciencias Históricas.

De hecho, sumándose al legitimismo europeo de la época, la Santa Sede apoyaría por varios años la causa del rey de España, si bien ello no le llevará a desconocer la licitud moral de la diversidad de regímenes políticos siempre que "concurran al bien legítimo de las personas y de las sociedades humanas que los adoptan", en virtud de que, desde la doctrina escolástica, "la determinación de los regímenes políticos se deja a la libre decisión de los ciudadanos".

Se pone así en primer plano la dimensión moral que en la búsqueda del bien común encierran las opciones políticas. Un asunto delicado de conciencia para los protagonistas fue por ejemplo el del juramento de fidelidad al rey español.

En 1827, en medio de las pretensiones que los nuevos gobiernos independientes tenían de continuar disponiendo de las ventajas del Patronato español, el Papa León XII habrá de anteponer el bien de los fieles, que exigía que se nombraran obispos, a sus convicciones personales sobre los derechos del rey de España.

La misión espiritual de la Iglesia debía ejercerse en un contexto político nuevo que requería un continuo y cuidadoso discernimiento por parte de los pastores, puesto que, en el desarrollo de tal misión, no podían desinteresarse del bien común que necesita un orden justo, máxime en unas sociedades marcadamente católicas, pero tampoco debían sustituir a las instancias políticas.

El padre Ardura señaló que "a la luz de la historia, podemos intuir que cada elección o decisión moralmente responsable pasa a través de un discernimiento iluminado por la justicia y se encarna en el específico contexto de las variadas circunstancias históricas".

Según ilustró el sacerdote, Gregorio XVI comprendió que las independencias latinoamericanas eran irreversibles y, sin intervenir en el campo estrictamente político, procedió al nombramiento de obispos y a la normalización de las relaciones, facilitando el desenvolvimiento de la vida eclesiástica y religiosa en las nuevas naciones.



viernes, 3 de septiembre de 2010

Fiesta de la Familia en el marco del bicentenario

Fiesta de la Familia en el marco del bicentenario
Una celebración muy especial en Mar del Plata, con presencia de toda la zona


La Fiesta de la Familia que se celebrará mañana 4 de septiembre a partir de las 15 hs. en el Polideportivo “Islas Malvinas” recibirá a unas 6 mil personas, entre fieles de las parroquias, capillas, movimientos, colegios y la comunidad en general, no sólo de Mar del Plata sino también de las demás ciudades que integran la Diócesis: Miramar, Balcarce, Necochea, Lobería, Coronel Vidal, Pinamar, Villa Gesell, Madariaga.

También esta confirmada la presencia de representantes de cultos cristianos no católicos, y de las comunidades musulmana y judía. “Queremos que el estadio sea como una gran casa, que convoque a toda la familia, la familia diocesana, y como sociedad”, subrayó el vicario general Armando Ledesma.

Por su parte María Carreras, directora del taller que lleva su nombre y encargada de la parte artística y cultural de la Fiesta, explicó que habrá “40 personas en escena, y los tres cuadros que realizaremos quieren reflejar, a través de la teatralización, la danza, la música, la acrobacia y la interacción con audiovisuales, la importancia de la familia en la sociedad”.

En tanto que monseñor Juan Alberto Puiggari enmarcó este acontecimiento en la temática principal de la familia, el tema fundamental elegido para todo este año. “Pensando en el Bicentenario y viendo la realidad de nuestra Diócesis a nivel social, económico y al interior de la Iglesia con los problemas de catequesis y de llegada a los jóvenes; nos planteamos que el tema fundamental es la familia porque ahí se resuelve todo o allí comienzan todos los problemas”, dijo el obispo.

Por último, “no queremos una Patria dividida, enfrentada, sino una Argentina que sea familia, que tenga un mismo bien común, con diferencias, con criterios distintos pero que no seamos enemigos, sino miembros de esa gran familia”, concluyó monseñor Puiggari.





jueves, 2 de septiembre de 2010

Obispo recuerda a Santa Rosa como modelo para cultivar de belleza verdadera

Obispo recuerda a Santa Rosa como modelo para cultivar de belleza verdadera


BUENOS AIRES, 01 Sep. 10 (ACI).- El Obispo de Mar del Plata, Mons. Juan Alberto Puiggari, celebró a Santa Rosa de Lima, primera santa de Latinoamérica y recordó que ella enseña a cultivar la belleza verdadera.

Para el Obispo, la "primera gran lección" de la santa es "que hay que cultivar el alma, esa es la belleza verdadera, la que perdura hasta el cielo. Hoy nos importa mucho la belleza física, cuánto tiempo y dinero le dedicamos a la estética y qué poco le dedicamos a la belleza interior que es la más linda, la que perdura, la que los años no marchita".

Al presidir la Misa en el Barrio 9 de Julio, el Obispo destacó que "Santa Rosa de Lima es la primera santa canonizada en nuestro continente. Poco tiempo después del encuentro de dos mundos, del descubrimiento de América, Santa Rosa surge en ese campo árido que era América Latina".

Mons. Puiggari también destacó la humildad de la santa. "Ella siempre se sintió muy pequeña, y quiso desaparecer ante los ojos de los hombres, su fama corría en Lima pero ella se escondía. Hoy el hombre tiene una enorme tentación de soberbia, de buscar sobresalir, por eso le da tanta importancia a la fama", indicó.

El Obispo pidió a Santa Rosa por todas las familias "para que nos ayude a valorar nuestras familias y a hacer el bien en la nuestra, pero también en la Iglesia y la Patria, nuestras familias más grandes".



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